Ficha técnica
Año de estreno: 2014 (7 de marzo 2014 en España)
Duración: 102 minutos
Presupuesto: 100.000.000 $
Director: Noam Murro
Reparto: Sullivan Stapleton (Themistokles), Eva Green (Artemisia), Lena Headey (Queen Gorgo), Rodrigo Santoro (Xerxes), Callan Mulvey (Scyllias), Hans Matheson (Aesyklos), Jack O’Connell (Calisto)
Resumen
La película reanuda dónde dejó las cosas la primera entrega aunque a nivel cronológico se sitúa al mismo tiempo que 300. Aunque ya sabemos lo que ocurrió con esos 300 espartanos, 300: Rise of an Empire (300: El origen de un imperio) nos cuenta la batalla del resto de los estados-ciudades que componen a Grecia. Comandados por Themistokles, el héroe de la batalla que enfrentó a Grecia frente a Persia hace 10 años, enfrentándose a la gran armada naval persa, comandada por Artemisia. Los primeros 30 minutos de la película sirven de introducción para los nuevos protagonistas, con la presencia de la reina Gorgo (esposa de Leonidas) y Dilios que permiten hacer la transición entre la primera película y esta. Además, también presenta los argumentos del por qué Xerxes decidió atacar a Grecia, empezando por Sparta. Por lo tanto, la segunda entrega permite ampliar la historia del universo de 300 y contestar a las dudas que uno podía tener, pero al mismo tiempo avanzar en la trama y mostrarnos el desenlace de esa guerra que empezó en Sparta y que sigue en el mar Egeo.
This is Sparta Greece
Si no fuera por el mero hecho de que en los pósteres promocionales ponen claramente que Zack Snyder, demasiado ocupado a mejorar la imagen de los héroes DC Comics, es únicamente el productor (también hace de guionista), uno no se habría dado cuenta que el director de la primera película le pasó las riendas a un desconocido del gran público como Noam Murro. Solo contaba una película a su contador, y era una comedia romántica con Sarah Jessica Parker. Vamos, todo apuntaba a un desastre o que la película apenas lograría llegarle a las rodillas de su predecesor. Pues nada de eso, casi todo lo contrario. Esta sequela/prequela, logra entretenernos durante casi 2 horas, al igual que 300, y con casi los mismos argumentos que la primera película. Los guerreros semidesnudos y con cuerpos «perfectos» siguen presentes. La abundancia de sangre, y por lo tanto de peleas casi exageradas, también. Un grupo pequeño de guerreros frente a una armada infinita de soldados, haciendo de la batalla una victoria segura para los persas. Y ese tono particular que se vio en 300 sigue presente aunque esta vez los colores usados eran más bien tonos fríos (principalmente el azul, color de los ojos de los dos grandes protagonistas) en contraste con los tonos cálidos y rojizos de 300. Aunque eso quizás se debe a que las capas de los griegos son de color azul, mientras los espartanos tenían capas rojas. Noam Murro logró entregarnos una película casi similar a la primera, recogiendo a la perfección los ingredientes de su predecesor Zack Snyder y sin alejarse por lo tanto de una fórmula que funcionó. El único reproche que se le podría hacer a su dirección, es la inyección casi forzada de escenas para satisfacer a los dirigentes de la Warner para poder vender la película en formato 3D. No digo que esas escenas en slow-motion sean malas, es más algunas son inclusos buenas, pero el problema es que da la sensación de estar filmadas con una perspectiva en 3D, olvidándose de los que no verán la película en ese formato. Menos mal que dichas escenas son pocas, y casi todas al principio de la película.
La batalla de Artemisia
Como expliqué en el resumen, la historia sigue las batallas entre Themistokles y Artemisia en el mar Egeo. Aunque el principio está más dedicado a hacer la conexión entre ambas películas del mismo universo, haciendo una especie de rápido resumen para los que no hayan visto 300 o no se acuerdan bien lo que ocurrió. Por lo tanto, esta vez los protagonistas no son los espartanos, pero sí los griegos que también tienen que tomar las armas para impedir la invasión del imperio persa. Y al cambiar de protagonista, no había otro remedio que cambiar de antagonista, a pesar de que Xerxes sigue mejor que siempre, y aparece en la película. Artemisia aparece como el verdadero villano de la película, pero incluso el culpable del ataque de Xerxes, por ser quien le puso en la cabeza la idea de que era un Dios-Rey y que solo así podría destruir Grecia. ¿Entonces por qué ella quiso declarar la guerra a Grecia otra vez? Sobre todo sabiendo que Grecia es su país, aunque vemos la triste infancia que tuvo y su hambre de venganza hacia los suyos. Desde el principio de la película vemos lo maquiavélico que es su personaje, deshaciéndose de cualquier persona cercana a Xerxes para evitar que su plan caiga al agua. Y es por el agua que intentará lograr ese sueño de ver caer el imperio griego que tanto la ha maltratado y del que solo quiere verlo en cenizas. Parecía imposible imaginarse otro posible villano a Xerxes para enfrentarse a los griegos, pero hay que reconocer que el personaje de Artemisia es igual o incluso mejor que su Rey. Lo único que le interesa es la guerra, pero sobre todo encontrar un oponente que satisfaga su hambre de sangre. La francesa nos da una magnífica interpretación de su personaje Artemisia, que casi le roba el papel de estrella de la película a Sullivan Stapleton. Demostrando que incluso las mujeres pueden tener papeles importantes y encarnar mujeres con un fuerte carácter, y no es Cate Blanchett que me va a contradecir.
Una guerra de dos
Al contrario de 300, esta película se centra principalmente en la lucha de estrategias entre el líder griego, Themistokles, y la líder de la flota persa, Artemisia, a pesar de incluir la historia entre un padre y su hijo que luchan juntos por parar la invasión persa. El gran argumento de la película es la batalla personal que hay entre ambos personajes, que logra ser de lo más interesante. A pesar de incluir algunos de los protagonistas de la primera película, sus apariciones son muy contadas y solo la voz de la reina Gorgo nos acompaña a lo largo de la película como narradora de la historia, como si estuviese contando la historia de esos valientes guerreros griegos. Por lo tanto, toda la película se basa en la relación que hay entre Thermistokles y Artemisia, mostrando las diferentes estrategias que emprende cada uno de ellos y la satisfacción de uno u otro al ganar una batalla. Y deleitando al público de combates intensos e interesantes, incluyendo un mano a mano bastante peculiar entre ambos. Además, cada uno lucha por una razón diferente, y no creo que se pueda decir que uno sea mejor que el otro, pero la determinación, y la confianza, de ambos en ganar le da un aliciente más a esa guerra. Sin obviar esa relación extraña que hay entre ambos protagonistas a lo largo de la película que parece estar animada por una especie de odio/amor.
Puede parecer aburrido que la trama esté basada en ellos, pero hay suficientes protagonistas para hacerla más que interesante. También está el hecho de que no es fácil hacer otra película, igual de interesante, después de las prestaciones de Gerard Butler y Michael Fassbender y ese grupo de 300 espartanos. Por ello, me parece interesante que se haya mantenido esa idea de que un bando luche en clara desventaja numérica, pero en casa y con la ventaja de conocer el terreno (o mejor dicho, el mar), contra una armada superpotente que parece imposible de perder en el papel pero que se ve enfrentado a un grupo de personas con la voluntad inquebrantable de proteger a sus hijos, mujeres y ancianos. Esa épica permite a los que le gustaron (o encantaron) la primera entrega no sentirse perdidos y engancharse fácilmente a 300: Rise of an Empire. Incluso puede parecer increíble que el hecho de hacer otra película pudiese funcionar usando los mismos argumentos, pero al final quedamos igual que con 300, y es que queremos ver más batallas entre los griegos y los persas. Deseando que esa guerra no acabe nunca para seguir contando una historia tras otra.