Ficha técnica
Año de estreno: 2014 (07 de noviembre 2014 en España)
Duración: 169 minutos
Presupuesto: 165 millones $
Nominaciones: 5 en los Oscars, 1 en los Golden Globes y 4 en los BAFTA
Director: Christopher Nolan
Reparto: Matthew McConaughey (Cooper), Anne Hattaway (Amelia Brand), Michael Caine (Dr. Brand), Jessica Chastain (Murph adulta), John Lithgow (Donald), Bill Irwin (TARS), Casey Affleck (Tom adulto)
Resumen
Nuestro planeta se está muriendo poco a poco y cada vez quedan menos recursos para poder alimentarse, sin contar con los devastadores cambios climáticos que son cada vez más fuertes. Cuando todo parecía indicar el fin de la humanidad, un grupo de expertos de la NASA obra en secreto para enviar a un grupo de exploradores a través de un agujero de gusanillo con el fin de encontrar un nuevo hogar para la especie humana y así evitar su más que probable desaparición de la Tierra. Cooper será el encargado de pilotar la nave hacia un viaje al desconocido, dejando atrás a sus dos hijos y su padre, en lo que será un largo viaje a través del espacio y el tiempo pero con el fin de encontrar un futuro mejor para su familia y para nuestra especie.
Ficción o realidad
Con tan solo 9 películas a su activo, Christopher Nolan ha logrado propulsarse a lo más alto de Hollywood, con películas como Memento, Inception o la trilogía del Caballero Oscuro y con mucho recorrido delante de él. Por lo tanto, me parecía de obligación ir a ver su nueva película, para ver si su última obra también me iba a gustar, sorprender o decepcionar. Con el aliciente de su nombre, y de un reparto cinco estrellas con numerosos ganadores de Oscar (5 actores y 3 otros con al menos una nominación) todo apuntaba a que la película iba a ser de lo más interesante. Pero lo que más me interesaba en realidad, era la temática de la trama, una temática que tanto fascinación crea en el ser humano y que es casi fruto de su motivación para aprender cada vez más. Tan solo hace falta ver el reciente evento de la nave Philae que logró aterrizar sobre un cometa por primera vez. La exploración siempre ha sido una parte importante de nuestra Historia, y se debe en su casi totalidad a la ciencia. Por lo tanto, a lo largo de las casi 3 horas no paré de pensar en si lo que veía podía ser creíble o «probable» en la realidad. Sobre todo sabiendo que los hermanos Nolan han contado con toda una eminencia en la materia como es Kip Thorne. Esta gran colaboración es lo que llevó a que por primera vez se pudiera ver la siguiente imagen en un cine.
Si el año pasado la película Gravity de Alfonso Cuarón había logrado maravillarnos con imágenes increíbles del espacio, Christopher Nolan ha logrado ir más allá y hacernos viajar en todo otro mundo, con la intención de ser siempre lo más fiel posible a la realidad. Muchas son las películas que han tratado sobre la temática del viaje espacial, y gran parte de ellas han sido una referencia para Interstellar pero sin duda ninguna, la de Nolan es la que mejor transcribe los hechos cómo podrían ser en un futuro real (aunque sea muy remoto), por tan utópico que pueda parecer. Quizás muchas de las personas que han visto, o irán a ver Interstellar no se pararán en pensar en estos detalles, y pueda que eso sea la mejor parte, ya que puede que Christopher Nolan haya logrado crear una mezcla perfecta entre película de entretenimiento y documental científico.
Un largo viaje hacia lo desconocido
No es que me olvide del resto de la película, que en sí es una pura maravilla y no dudo un solo segundo que será probablemente una de las favoritas en la quiniela para los Oscars 2015. Para los que han visto algunas de las películas anteriores a Christopher Nolan, Interstellar no le parecerá tan diferente o tan complicado de comprender (a diferencia de un tal Inception). Numerosos son los temas presentes en la película, y las posibilidades de interpretarla. Empezando por el tiempo que tiene un rol mayor, y no es casualidad que la película dure casi tres horas, pero también la supervivencia del ser humano ante cualquier evento negativo que se le venga de frente (de ahí el guiño a la ley Murphy), o las relaciones entre dos seres (entre un padre y su hija) y las emociones que hacen del hombre lo que es. La historia en sí está maravillosamente desarrollada y no hay momento (incluido el final, que hablaré más en adelante) que pueda sobrar a lo largo de casi tres horas, es más, casi nos gustaría ver más, que los protagonistas exploren más universo. Especial hincapié es la relación entre Cooper y Murph, entre un padre y su hija de 10 años que se separan de la manera más fría posible sin saber, cuándo o si algún día volverán a verse. Una hija que hace todo lo posible para que su padre se quede con ella y le ayude a resolver el misterio del fantasma de su habitación, un misterio que estará al centro de la trama ya que es el que permitirá a Cooper y Murph encontrar la base secreta de la NASA y da el gran inicio a la fase de exploración de otra galaxia. Una relación que con el pase del tiempo evoluciona y es el vínculo de distintas emociones a través de los protagonistas pero también que nos permite comprender la dificultad de la misión que lidera Cooper. Una misión que acepta hacer únicamente para poder salvar a sus hijos y sus futuros nietos, ya que la Tierra está condenada a morirse o por lo menos los seres que la habitan.
Una historia de supervivencia y al mismo tiempo de superación en el que el ser humano es capaz de alcanzar metas que le parecen imposibles y superar cualquier adversidad. No es por nada que el protagonista haya llamado a su hija Murph, como referencia a la Ley que lleva el mismo nombre, ya que como viene siendo casi norma en cualquier película, todo lo malo que le puede pasar al o los protagonista(s), ocurrirá. Aunque cada uno podrá juzgar por sí mismo si a pesar de todo aquello que le pasó a Cooper y los suyos, valió la pena. En Gravity también sucedió algo parecido, pero la gran diferencia es que en la película de Cuarón, todo reposaba principalmente en una protagonista, interpretada por una increíble Sandra Bullock, y sobre el suspense de si logrará sobrevivir o no. Mientras tanto, en Interstellar tenemos varios puntos de vista, dividido en dos grupos: los que se quedaron en la Tierra, y el grupo de exploradores. Esa división, además de dar mucho más material a la trama, permite meterse en la piel de los distintos protagonistas pero también de realizar de la dificultad de lo que están haciendo, tanto a nivel científico/exploración pero sino también humano y emocional. Un claro ejemplo es la vuelta del primer planeta hacia la estación espacial (en forma de reloj, para acentuar la temática del tiempo) y el reencuentro con Romilly. También deja una pequeña puerta abierta a que los que se quedaron en la Tierra, logran encontrar una solución para poder realizar el Plan A, mientras tanto los exploradores intentan mantener viva el legado del ser humano y llevar a cabo el Plan B. Dos planes que parecen bien distintos, pero que al fin y al cabo tienen el mismo fin. Sobrevivir a toda costa.
Como viene siendo habitual con Christopher Nolan, la narración de sus películas son impecables y en ningún momento nos aburrimos. Y como explicado al principio, todo parece realizable en la realidad, no da la sensación de que estamos delante de una película de ciencia ficción dónde vemos a aliens o cosas surrealistas. De hecho, y al igual que Gravity, hasta se podía notar ese silencio espacial, tan solo interrumpido a veces por una banda sonora impecable por parte de Hans Zimmer (toda una eminencia en el séptimo arte) y que en ningún momento intentaba robarle el protagonismo a la película. Y si no fuera por los últimos minutos de la película, que no contaré para no arruinar la sorpresa, que me dejaron algo confuso y con cierta decepción a nivel de realismo y quizás de narración. Pero al mismo tiempo entendía la lógica del final de la película que servía de cierta manera a explicar toda la trama y reforzar las temáticas de la película para demostrar que el ser humano es capaz de todo, y que no hay misterio que no sea (o será) capaz de resolver.
Conclusión
Interstellar es una película que sin lugar a dudas dejará una gran huella en la historia del séptimo arte. Su belleza visual dejará a más de uno asombrado, ya que ha logrado mostrar algo nunca visto en una sala de cine (ver primera foto), con un viaje, hacia nuevas estrellas, espectacular y casi real, tanto a nivel científico, visual o acústico. Tan solo hubiera faltado que los asientos vibrasen al igual que el de los pilotos para tener la sensación de estar junto a ellos. Con una banda sonora también a la altura de la película que la acompaña en todo momento en un segundo plano, sin demasiado invadirla pero ayudando a que el largo viaje de más de dos horas nos sea aún más placentero. Si a eso se le añade una trama de la película casi perfecta (a mi gusto), exceptuando los últimos instantes, con unas temáticas bien señaladas y tratadas de la mejor de las maneras, y un reparto de actores cinco estrellas, capitaneados por un Matthew McConaughey en mejor forma que nunca, no se le puede pedir nada más a Christopher Nolan. Otra vez más, ha logrado hacer una película que sí vale la pena ir a ver al cine, delante de una pantalla gigante para dejarnos boquiabiertos y maravillados ante lo que vemos pero también ante lo que vivimos a través de los protagonistas. Porque no será lo mismo ir a ver Interstellar en un cine, que en casa en la televisión (sea cual sea su tamaño).
Como siempre, os dejo un tráiler de la película: