Tiempos duros para Samcro
El capítulo de la semana pasada nos dejaba con un cliffhanger de lo más nervioso y del que dejaba poco espacio para la imaginación. Aún más tratándose de Tig, rodeado de los hombres de Pope, ahora de August, que se quieren vengar de la muerte de su jefe y del que Jax ya les había prometido dejarles hacerle lo que quisieran una vez que ya no necesitaba más a Tig.
Pero Tig es mucho Tig, y no podía irse tan fácilmente sin ni siquiera luchar por su vida. Y así fue, a primeras horas del día siguiente lo vemos en casa de Jax con malas noticias, Clay sigue vivo y trabaja ahora para August. Pero ese no es el único de los problemas con los que se despiertan los Sons, Gemma se encuentra con un Wayne acuchillado por unos nazis que saquearon al mismo tiempo el garaje como posible represalia del asesinato de uno de ellos por Clay. Sin olvidarse de las fricciones que hay con los irlandeses por el tema de las armas. Hablando de eso, el equipo tuvo derecho a una visita de otro charter, con la presencia de T-1000, Robert Patrick, que trae otra mala noticia para Jax y sus hombres. No están dispuestos a coger el mando de las operaciones de armamento con los irlandeses. Y no hay que olvidarse del rencoroso ex-Marshall Lee Toric que sigue empeñado en vengarse de la muerte de su hermana y destruir a todos los Sons; usando todos los medios posibles a su poder, sean legales o ilegales.
Mientras tanto, Tara sigue adelante con su plan de alejar sus hijos de Jax, y de Samcro, pero sobre todo de Gemma. Para ello usa a Wendy, quien hace unas temporadas era odiada por Gemma y ahora son las mejores amigas del mundo y parecen unidas en hacerse con el control de los niños. Pero vemos que todo es una mentira y que Wendy está del lado de Tara y ambas están preparando todos los papeles para que Jax pierda la custodia de sus hijos. Aunque Gemma estuvo a punto de enterarse de todo, pero el bueno de Wayne, quien sí se enteró de todo sin quererlo, respaldó a Tara y la ayudó en esconderle la verdad sin pedirle respuestas, de momento.
Problema tras problema
Si esto fuera poco, el pobre Nero, que vivía tranquilamente con su club de escoltas es el principal sospechoso de la muerte de una de sus escoltas que fue encontrada muerta al final del capítulo anterior. Eli Roosevelt lo recoge en su club para interrogarle y rastrear su coche, todo eso ante la atenta mirada de Lee Toric. Pero Roosevelt no es tonto y se da rápidamente cuenta de que hay algo sospechoso en esa historia, sobre todo que Nero aceptó sin rechistar de que mirarán su coche para ver si hay cualquiera prueba. Por ello deja a Nero libre, ya que sus sospechas se giran sobre Lee y por lo tanto vemos que Roosevelt deja de lado sus diferencias con el club y intenta buscar al verdadero responsable del asesinato de la prostituta.
Hablando de Lee Toric, este juega su última carta con Clay para convencerlo de que firme los papeles para que se chive de sus antiguos hermanos. Y quién mejor que Otto para que vea qué es lo que le espera si no firma los papeles. Clay entiende qué debe hacer, y le deja a Otto el cuchillo para que acabe con cualquier amenaza, haciendo las paces en el mismo tiempo con su antiguo compañero.
Jax, no te reconozco
A pesar de todo lo que está pasando, Jax no tiene más remedio que arreglar uno por uno todos los problemas del club, tomando decisiones sin pedir la opinión a los demás miembros. Primera parada, un viejo conocido del club: Darby para encontrar a los nazis que atacaron a Wayne. Envía a Tig y un Prospect que se parece a él, como padre e hijo que quieren aliarse a la causa nazi. Aunque no todo ocurrió como previsto, por lo menos pudieron saber cuantos eran para así tomar decisiones y elaborar un plan. Mientras tanto, y casi al mismo tiempo, Jax se encargaba del asunto de los irlandeses, dejando las cosas bien claras: se acabaron los negocios. Pero, los irlandeses no aceptan que Jax les abandone tan fácilmente y vuelve a la carga, matando a Phil (poco habrá durado como miembro de pleno derecho el pobre) y a un Prospect. Si las filas ya eran escasas, con la muerte de otro miembro se quedan a tan sólo cinco; con dos de ellos, Juice y Tig, sin estar seguros de seguir vivos de aquí al final de la temporada. Una vez al almacén, el grupo se encuentra con las chaquetas de los muertos con sus manos encima y cortados en pedazos; eso sí, con los KG-9 que están al centro de todos los problemas para el club.
Ya que los irlandeses, les dejaron ese «regalo», Jax decide usarlos para dar una visita a los nazis y matarlos a todos, quemar la casa con las armas en su interior para deshacerse de cualquier relación con la masacre del primer capítulo y los irlandeses. Si el capítulo ha sido muy sangriento, también demuestra que Jax sigue cada vez más los pasos de su padre adoptivo y se aleja más de los de su padre biológico, como se lo hizo saber Chibs antes de que ocurriesen todos los eventos del capítulo.
Un último gesto antes de irme
Pero lo más destacado del capítulo, es la última ayuda que hizo Otto para su club, después de todo lo ocurrido. Con la intención de convencer por última vez a Otto, Lee Toric le propone un trato para inculpar únicamente a Clay y así vengarse. Otto le sigue el juego, haciéndole creer que acepta para que le suelte la otra mano que tenía atada, para poder escribir todo lo que tiene que decir sobre Clay; aunque en vez de ello le dedica una «delicadeza» acerca de su hermana lo que hace perder los nervios a Toric, que sigue sin sospecharse de nada. Y cuando ese le coge por el cuello a Otto, es apuñalado tres veces y poco después es degollado por Otto que se libra de ese infierno tras ser acribillado de balas por los guardias de seguridad. La muerte de Toric parece algo pronto en la temporada, ya que se intuía que iba a ser la trama principal y el enemigo principal de Samcro. Aunque, con su muerte no parece ser el final de la investigación, después de ver a Tyne Patterson venir al lugar del crimen para ver de sus propios ojos lo ocurrido, y quizás aquello la convencerá de seguir adelante en construir un nuevo caso RICO. Pero parece complicado que ella sola sea rival suficiente como para amenazar a los moteros, y ahora queda por saber quién va coger el mando de amenazar a los Sons, los irlandeses parecen ser los candidatos favoritos para ello de momento. O quizás el enemigo sea interno, ahora que el grupo está casi acabado con solo cinco miembros (Jax, Chibs, Tig, Happy y Juice) y con ciertas tensiones entre el Presidente y su VP.
Notas:
- «My old man used to rape me, I’m just saying» Ese es mi Tig, macabro y divertido. Menos mal que sigue vivo durante un capítulo más, sobre todo que es mi favorito de entre los aún presentes en la serie.
- Siempre es un placer ver a Robert Patrick, sea dónde sea, ojalá veamos más su cara en los siguientes capítulos de Sons of Anarchy.
- A veces parece que a Kurt Sutter (creador de la serie para los que no saben, y también hace el papel de Otto) le gusta infligirse este tipo de atrocidades, como si se diera para sí mismo lo mejor/peor (depende del punto de vista de uno) de lo que vimos a lo largo de la serie.
- No hubo ningún avance de la trama de Bobby, aunque visto la intensidad del capítulo hubiera sido complicado darle unos minutos. A pesar de que el capítulo duró más de una hora.
- La canción al final del capítulo se titula «Sitting on top of the world» por Chriss Goss & The Forest Rangers.