Resumen
La película narra la vida (adulta) de Moisés, en el que poco a poco va descubriendo quién es realmente y cuál es su destino en la vida. Por lo tanto, a lo largo de las más de dos horas que dura la película, veremos cómo Moisés aprende de dónde es realmente, su destierro y el encuentro de su esposa. Su vuelta a Egipcio con el fin de liberar a los hebreos de la esclavitud de Ramsés y las 7 plagas que caen sobre el pueblo egipcio hasta la liberación de los esclavos para guiarlos hacia Canaán.
Ficha técnica
Año de estreno: 5 de diciembre 2014
Duración: 150 minutos
Presupuesto: 140 millones $
Director: Ridley Scott
Reparto: Christian Bale (Moisés), Joel Edgerton (Ramsés), John Turturro (Seti), Aaron Paul (Josué), María Valverde (Séfora), Ben Kingsley (Nun), Sigourney Weaver (Tuya)
Una historia religiosa a la salsa Hollywood
Desde el principio de la película nos damos cuenta que la historia estará centrada en los dos grandes protagonistas que son Ramsés y Moisés, en una lucha entre dos visiones opuestas, a pesar de haber sido criados juntos como hermanos. No tanto una lucha de vida o muerte sino de ideologías. La película es una interpretación del libro Éxodo que narra la liberación del pueblo hebreo por parte de Moisés, y por lo tanto no faltarán pasajes muy conocidos, tanto para religiosos como no religiosos, como pueden ser las plagas (aguas de sangre, ranas, ganado que se muere, …) o el cruce del mar Rojo entre otros. Y si he puesto interpretación es porque la película de Ridley Scott es demasiado espectacular en cuánto a efectos especiales, y casi de puro entretenimiento. Sin dejar de lado su crítica personal a las religiones y quitando cualquier objetividad posible. Tampoco parece sorprendente por parte de alguien que no le tiene mucho aprecio a las religiones (entrevista en inglés). Está claro que Exodus: Dioses y reyes no se aparenta a La pasión de Cristo de Mel Gibson, y ese no es el verdadero problema. Todo parece casi exagerado por la abundancia de los efectos especiales, cosa que se destaca principalmente durante el momento de las plagas, sobre todo la primera de ellas que parecía casi una parodia de la películas Jaws (Tiburón). Y tampoco cabe duda para la interpretación de que la película describe a Dios como un ser maligno, que no tiene ninguna piedad para los egipcios. Pero incluso quitando ese aspecto religioso, la película no logra pasar del mero entretenimiento hollywoodiano y dudo que logre quedarse en la mente de los espectadores, al estilo de Gladiator o Alien también de Ridley Scott. Pensaba que después del decepcionante The Counselor (El consejero), el director me iba a sorprender con Exodus pero no ha sido el caso. Eso sí, su última película me entretuvo mucho más (y mejor) que la anterior.
Una pelea entre dos hermanos
Religión aparte, la película logra entretenernos gracias a las prestaciones de los dos protagonistas de la película que son Moisés (Christian Bale) y Ramsés (Joel Edgerton). Y poco más se puede decir del resto del elenco porque a pesar de haber contado con buenos actores como Sigourney Weaver, Ben Kingsley o Aaron Paul, sus respectivos papeles acabaron siendo casi anecdóticos en la película. Y uno no puede contratar a «Ripley» y darle un rol casi anodino que tiene apenas cuatro frases en toda la película. Casi parece una lástima porque las prestaciones de los dos protagonistas sí que fueron muy buenas, aunque ya casi no sorprende por parte de un Christian Bale que se transforma físicamente en la película notándose la pérdida de peso e incluso el cansancio. Una lástima porque la película no supo darle un mayor protagonismo a otros personajes que se merecían ser más desarrollados, como es el caso de Josué (teniendo en cuenta el rol que tiene). Un Moisés bastante bien interpretado por Bale, al que vemos cambiar a lo largo de la película. Pasando de ser alguien que no se cree en absoluto las profecías de la suma sacerdotista hasta el punto de guiar un pueblo a su tierra prometida y ser el mensajero de Dios.
En cuanto a la dirección artística, no se le puede hacer ningún reproche a Ridley Scott. Y no es ninguna casualidad por parte del director de Gladiator. Uno tiene la impresión de estar en los desiertos egipcios, y eso que la película se rodó en España (en Almería). Y aunque los efectos especiales parecen a veces exagerados (ver texto más arriba), si son un placer para los ojos, al igual que el decorado. Es una lástima que la narración y el modo de contar la historia no están a la par con el resto (tanto la interpretación de los protagonistas como la dirección artística), porque en ese momento la película sí hubiera sido una maravilla.
Conclusión
Exodus Dioses y reyes es en sí en una película bastante entretenida y que logra hacer lo que uno quiere cuando se va al cine: no aburrirse. Ridley Scott ha hecho una interpretación propia, bastante discutible en mi opinión, de la vida de Moisés en el que reina la abundancia para poder enganchar al espectador. Pero más allá de eso, no logra crear un impacto demasiado importante como para que se pueda hablar de la película dentro de un año, cinco o diez. Quizás le faltó, o más bien le sobró esa abundancia que se ve con las plagas y esa constante insistencia por parte del director en querernos transmitir que Dios es un ser insensible que mata casi por placer. Es una lástima, porque Ridley Scott tenía la capacidad de hacer una gran película sobre la vida de Moisés, solo hace falta ver el presupuesto de la película y el recorrido cinematográfico del director para darse cuenta que Exodus: Dioses y reyes no está a la altura de lo esperado, aunque tampoco es una película mala, ni aburrida. Se nota demasiado que es un puro producto sacado de Hollywood y el problema es que películas así las hay en abundancia todos los años. Exodus es de esas películas que una vez vista, uno queda contento con lo que acaba de ver y pasó un buen rato pero sin querer volver a verla otra vez, sea en el cine o en casa.