Sinopsis
Basado en la película del mismo nombre, en la que tres hermanos eran capaces de predecir un asesinato y por lo tanto evitar que ocurra, nos situamos más de una década después y seguimos a Dash (Stark Sands), uno de los tres hermanos con visiones. Este último volvió a la ciudad con la intención de poder salvar una vida, con la esperanza de darle un sentido a su vida. Con la ayuda de la agente Lara Vega (Meagan Good) intentarán encontrar quién intentan matar al candidato a alcalde Peter Van Eyck.
Veo que vas a…
Claro está que Dash no es capaz de predecir una muerte al cien por cien y tiene tan solo una borrosa imagen del crimen, porque sino los capítulos serían demasiados cortos y durarían cinco minutos. Aún así, su habilidad permite a la serie darle ese aspecto policial en el que uno consigue una pista tras otra hasta encontrar al culpable. El problema es que series así las hay muchas y a menos que seas capaz de destacarte, es bastante aburrido. En el caso de Minority Report tenemos dos aspectos diferenciadores. El primero y el más vistoso, es su aspecto futurista ya que nos encontramos en el año 2065. En el capítulo hubo aspectos interesantes de esa visión del futuro (los vagones de metro que se separan, las llamadas telefónicas o la manera de recrear una escena del crimen), y otras malas como la evolución del selfie con una especie de dron. El otro aspecto es la historia de los hermanos que pueden predecir el futuro. En el piloto que salió en agosto, la trama era un poco diferente ya que el hermano gemelo de Dash estaba en paradero desconocido. En la versión de esta semana, su hermano gemelo, interpretado por otro actor que no se parecen en nada, sí que estaba presente y con actitud bastante arrogante y prepotente. Pasando el hecho de que no se parece a su hermano, el final del capítulo permitió introducir una trama secundaria a la serie que se podrá ver más en adelante en la serie y que pueda romper la monotonía del crimen a resolver/parar por semana.
Aún así, ese primer capítulo no dio muchas ganas de seguir la serie y era un poco aburrido a ver. Porque si uno le quita toda la ciencia ficción, y lo ubicamos en nuestra época, parece una copia de series que ya hemos visto (Medium o incluso El mentalista). Es cierto que la introducción era necesaria y bienvenida, ya que no todo el mundo se acordará de la película y de qué iba, pero los protagonistas carecen de carisma e interés. Además, no parece que se le haya dado mucho más importancia de lo que debería al tema de sí a pesar de predecir un asesinato, el presunto criminal sería capaz de llevar a cabo dicho crimen. Si no recuerdo mal esa era la trama en la película, claro está que teniendo a Tom Cruise como protagonista principal es mucho más fácil de apreciar la película. Y no es una tarea fácil adaptar una buena película en una serie, aún menos si se estrenó hace más de una década, ya que el formato es diferente y hay que ser capaz de contar una historia de 40 minutos cada dos semanas más o menos. Los últimos minutos del capítulo dejan cierta intriga ya que nos podemos esperar a que entre en juego una especie de villano(s) que tiene(n) intereses en hacerse con los hermanos, pero no sé si será suficiente para mantener al público adicto a la serie.
Veredicto
La serie no le hace justicia a la película y si se le quita lo único que tiene de interesante, el toque de ciencia ficción, es una serie del montón. A pesar de contar con actores conocidos de la pequeña pantalla (Meagan Good o Wilmer Valderrama), no es suficiente para atraer al espectador en el universo de Minority Report. Miraré un par de capítulos más para ver si las cosas mejoran, aunque lo más probable es que deje de seguirla. Es una lástima ya que las series de ciencia ficción son muy escasas, pero las policíacas abundan demasiado.