Ficha técnica
La película (134 min.) está basada en la autobiografía de Solomon Northup del libro del mismo nombre y nos narra lo que le pasó a ese neoyorquino afroamericano nacido libre y que será vendido como esclavo en Washington y transportado a Louisiana pasando por varios «propietarios». El primero de ellos el señor Ford quién será el único que le tratará con cierto respecto, le regalará un violín después de ayudarle en el campo, hasta llegar al punto de que no tiene más remedio que deshacerse de él ya que su vida corre peligro después de defenderse (ese alegará que lo atacó) contra uno de los empleados blancos. Luego pasará a manos de Edwin Epps, propietario conocido por ser agresivo con sus «propiedades». Durante esos 12 años trabajará en el campo en la recogida de algodón, madera y azúcar, con la única esperanza de volver a ver alguna vez a su familia. Al haber nacido libre, se distinguirá por ser capaz de leer y escribir además de saber tocar el violín. El relato no sigue una línea fija en el tiempo ya que avanza y va hacia atrás en el tiempo para mostrar al espectador quién era Solomon Northup, su familia y la crueldad que ha atravesado en Louisiana. La película está realizada por Steve McQueen y con la presencia de Chiwetel Ejiofor (Solomon Northup), Lupita Nyong’o (Patsey), Michael Fassbender (Edwin Epps) o incluso Benedict Cumberbatch (Ford).
Fuerte en emociones
12 Years a Slave no es una película para cualquiera, ya que al tratarse de un tema tan delicado como puede ser la esclavitud y abarcando todo lo que le rodea (violencia, maltrato, venta de ser humanos, asesinatos, …) puede resultar difícil de ver. Pero su contenido nos permite recibir una lección de humanidad dejando una marca imborrable, describiendo la crueldad por la que atravesaron los afroamericanos pero también la inhumanidad de los blancos y la creencia de ser superiores a los negros por la única razón de tener una color de piel diferente. Por lo tanto, a nadie le podrá dejar indiferente 12 Years a Slave viendo el trato que ha recibido Solomon Northup a lo largo de esos 12 largo años dónde se le quitó cualquier ápice de humanidad, incluido su nombre (le pusieron como nombre de esclavo: Platt), y ha sido testigo de lo que han sufrido otros negros (palabra muy usada a lo largo de la película, e incluso el «n-word») que han vivido en la esclavitud. El director no escatimó en detalles al narrarnos la historia del protagonista, incluso pasándose en algunas escenas quizás (cuando Northup azota a Patsey o cuando intentan ahorcarlo). Esa exageración también sirve para mostrar la crueldad que han sufrido los afroamericanos durante siglos en Estados Unidos, especialmente en Louisiana y estar seguro de que la gente se dé cuenta, se ponga en la piel de todas estas personas, aunque muertas hace siglos, de lo que han tenido que aguantar.
A través de esa fuerte presencia de violencia que encontramos a lo largo de la película, incluso hay momentos muy duros para la película (más que el resto y la historia en su conjunto), el mensaje de la película es bien claro y demuestra detalladamente (gracias también al testigo de Solomon Northup) el trato que han recibido los negros y por lo tanto la condena de dicha actitud. A pesar de la buena imagen que pueda tener el «maestro» Ford, no es en ningún caso diferente de cualquier otro «maestro» ya que demuestra que el único interés que tenía acerca de Northup era su valor monetario y apenas le hizo caso cuando ese le dijo ser un hombre libre. 12 Years a Slave es quizás la película que mejor se acerca, a nivel de detalle, a lo que pudieron vivir los afroamericanos durante siglos y será una gran referencia a lo largo de las décadas gracias al mensaje que transmite, y aunque los acontecimientos ocurrieron en el siglo XIX, no hay que olvidar que incluso hoy en día la trata de seres humanos sigue existiendo y que haya gente como Epps, Ford y demás deberían darnos vergüenza.
Unos elogios más que merecidos
No es de extrañar que se pueda considerar la película como una verdadera obra de arte, 9 nominaciones al Oscar aparte, ya que la actuación de los principales protagonistas es maravillosa. Chiwetel Ejiofor, un nombre que me era desconocido antes de la película (a pesar de llevar más de 10 años en el mundo cinematográfico), tuvo una actuación impresionante en la película y una victoria en los Oscar no será inmerecida en ningún caso, aunque la competencia deja la victoria bastante complicada para el actor. Los planes cercanos sobre la cara del actor mostrando toda la tristeza y el dolor que sufre su personaje son más que sorprendentes y es una de las principales razones por la que está película es una maravilla tanto como entretenimiento pero también a la hora de transmitir las emociones de Solomon Northup. Con esta actuación alucinante, Chiwetel Ejiofor acaba de abrirse las puertas de Hollywood dejando una gran marca imborrable, y asegurándose un buen futuro en el séptimo arte.
La gran desconocida (sólo había aparecido en algunos capítulos de una miniserie sudafricana) y que dejó una interpretación increíble es la de Lupita Nyong’o. No hay palabras suficientes para describir la actuación de Lupita Nyong’o que a pesar de ser una novata en Hollywood ha sido capaz de actuar con brillantez frente a Michael Fassbender. Sobre todo que su personaje, Patsey, no era nada sencillo que encarnar. Si Fassbender es la imagen de la crueldad, la de Patsey es el del sufrimiento frente a esa crueldad. Y a pesar de ese sufrimiento que se puede leer en la cara de Patsey, Nyong’o también ha sido capaz de mostrar la inocencia de esa mujer que debe sufrir el maltrato emocional y físico de su maestro y sobre todo del maltrato físico de su mujer.
Michael Fassbender también se merece halagos a pesar de encarnar un personaje odioso como el del señor Epps. Porque aunque puede parecer fácil actuar un personaje malo, su actuación como blanco creyente (parte importante del personaje ya que cree que la Biblia le permite actuar de tal manera sobre los afroamericanos), alcohólico y dueño de afroamericanos, con cierto asombro ante su tratamiento diferencial hacia Patsy y su incapacidad de azotarla, es tan buena que logra su cometido: que le odiemos de toda nuestra alma.
Por último, la realización de Steve McQueen también tiene la culpa de que la película haya recibido buenas críticas. Como ya conté anteriormente, el hecho de que 12 Years a Slave sea tan detallado con la violencia mostrada o esos largos planos cercanos de la cara de Efiojol permite ese intercambio de emociones con el espectador. Además, la narración confusa en la que en ningún momento tenemos indicación directa de cuantos años van pasando, y del que tenemos como único indicador aproximado el paso de las temporadas de recogida de algodón o el hecho de que Patsy tenga una hija cuando Northup vuelve después de la plaga, pone al espectador en la misma postura que el protagonista ya que para él, lo único que le indicaba el paso del tiempo era el anochecer y el cambio de temporadas. Otra de las importancias que le dedicó el director de la película ha sido la música. Y no hablo de canciones de fondo que acompañan la película pero los distintos cantos que hay durante las dos horas por parte de los protagonistas, principalmente por parte de los afroamericanos (pero también de los blancos, como por ejemplo la canción racista cerca del principio de la película). Porque no se debe olvidar que la música tuvo un rol importante en esa época (se supone que el jazz nació en esa época).
Conclusión
Si aún no han visto 12 Years a Slave, no esperen más. Ese candidato a arrasar en los Oscar, merece la pena ser vista por lo menos una vez en su vida. El flujo de emociones, sea crueldad, violencia, tristeza o dolor, es incomparable y la historia narrada no puede dejar indiferencia, sea cual sea las creencias de uno. El horror que nos muestra Steve McQueen a lo largo de dos horas es tan solo un recordatorio de lo que sus antepasados sufrieron pero que otras culturas o civilizaciones han sufrido también en la Historia (siendo la película misma parte de la Historia y por lo tanto le añade un interés importante); porque aún hoy en día el tráfico de seres humanos sigue existiendo y más de 12 millones de personas lo sufren (Fuente: GloboMeter), por lo tanto la película nos permite darnos cuenta de una época nefasta para los afroamericanos esclavizados, e incluso para los que habían nacido libre pero que a los blancos les daba igual dicha libertad. Además, la actuación de su reparto, con una mención especial al protagonista de la película, Chiwetel Ejiofor, es una lección de actuación que también merece la pena ver, y para ver el testigo de la historia que vivió el verdadero Solomon Northup.