Antes de adentrarse en territorios místicos y extraños, Marvel asentó la base de su universo cinematográfico con Iron Man, Thor y Captain America. Poco a poco fue abriendo terreno con una película sobre Ant-Man, pero quedándose en la Tierra. No fue hasta la llegada de Los Guardianes de la Galaxia que el universo Marvel se abrió ante nuevas posibilidades, y su última película Doctor Strange (Doctor Extraño en España) va en ese camino. Si es cierto que la cuarta temporada de Agents of S.H.I.E.L.D. se encargó de introducir lo místico con el personaje de Ghost Rider, la película va mucho más allá de lo esperado con un toque que hará pensar a más de uno la magnífica película de Christopher Nolan: Inception (Origen en español). Doctor Strange es un personaje muy especial (en todos los sentidos) y merecía una introducción digna. Sí, la película nos introduce al personaje antes y después de «obtener» sus poderes aunque la trama narrativa funciona, como siempre con Marvel, a la perfección. No voy a entrar en detalles sobre el personaje en sí, ni tanto la trama que es más o menos similar a lo que ha estado haciendo Marvel estos últimos años, sino prefiero centrarme en lo que nos espera con un héroe como el Doctor Strange y el frescor de un tal Benedict Cumberbatch. Porque quizás sin el actor, la película no sería igual de genial, incluso con estos impresionantes efectos especiales que justamente nos llevan a un mundo diferente. Como mencioné anteriormente, los Guardianes de la Galaxia abrió las puertas a lo que ocurre más allá de la Tierra (aunque es cierto que en Thor también hay un atisbo de ello pero no tan grande a mi parecer), y con Doctor Extraño nos vamos a mundos paralelos y entramos en el terreno de las artes místicas.
Desconociendo casi del todo al personaje (salvo los detalles básicos), había aprovechado que sacaran un nuevo cómic sobre el personaje (que os recomiendo leer) para leerlo y hacerme una idea de lo que me esperaba. Me enganché desde el primer momento pero al mismo tiempo me pregunté cómo sería capaz Scott Derrickson de plasmar semejante cosa en una película. El uso y perfeccionamiento de lo visto en la película de Nolan fue la mejor manera de introducirnos a ese mundo del extraño y de lo místico. Por primera vez en la producción Marvel, me quedé sorprendido por el hecho de que el humor no estaba tan exageradamente presente, y estaba muy bien repartido. El otro gran acierto sin duda, es el reparto de actores (cinco estrellas) que están presentes en la película, capitaneados por la camaleón Tilda Swinton, siempre excelente en el rol que sea. Todo me pareció tan bien medido, como un reloj suizo, que ni siquiera vi el tiempo pasar. Hasta me pareció mejor que la otra película Marvel del año (Capitán América: Civil War), aunque esto se debe al hecho de que estamos ante un personaje nuevo, ante sangre fresca. Si tuviera que ponerle un pero, sería quizás el final de la película, y sin querer adentrarme demasiado en ello para evitar cualquier spoiler; tan solo espero que lo que vimos no es tan obvio de lo que parece y sea algo más que un pequeño avance.
Doctor Strange es muy probablemente uno de los futuros pilares del universo Marvel, sobre todo teniendo a Cumberbatch interpretando al personaje, y no dudo que sea capaz de quitarle el sitio a protagonistas como Iron Man o Capitán América. Sobre todo ante la idea de que el mundo en el que vive es mucho más grande de lo que el humano ve. Resultará interesante ver si en una más que probable segunda entrega, podamos ver a la Bruja Escarlata y/o Vision hacerle compañía a Doctor Strange, un poco al estilo de lo que nos espera con Thor: Ragnarok, al tener poderes que encajarían a las mil maravillas con su mundo. Por lo menos, Doctor Extraño es otro éxito para Marvel, que nos está llevando poco a poco a ese destino inevitable que es Infinity War (las dos próximas entregas de los Vengadores) en el que se reunirán todos sus héroes.