Como esta semana no he tenido mucho tiempo para estar atento a las noticias nacionales e internacionales (aunque las dos principales serían, probablemente, el acuerdo en Andalucía y el continuo cierre de gobierno en Estados Unidos), he decidido escribir sobre una reflexión que me hice hace ya unos meses.
Claro está que no podía tratar de otro tema que las series. Y es que me di cuenta que con la llegada de Netflix a España, y casi diría en el mundo entero, poco a poco he ido cambiado mi manera de ver series. La fórmula de Netflix de sacar la temporada entera de un golpe ha sido una pequeña «revolución», comparado a lo que suelen hacer los canales tradicionales. Algo al que yo estaba acostumbrado, al saber que X día salía el capítulo de mi comedia o drama que me gustaba. Y lo iba viendo poco a poco, pacientemente.
Pero ese cambio te permite ver la serie al ritmo que quieras, desde el principio. Hay series que querrás ver todo de un golpe, y ya me pasó más de una vez ver una temporada en menos de un día. Mientras que otras las quieres ir disfrutando poco a poco. El problema está en que la tentación de querer ver el siguiente capítulo se hace cada vez más grande, sobre todo si estás enganchado en la serie. Un problema que no existía antes, ya que tenías que esperar, sí o sí, una semana, como mínimo.
Ese problema lo noté con una serie que me gusta mucho: This Is Us. Aún estoy sin empezar la tercera temporada, y eso se debe a que soy incapaz de ver un capítulo por semana, ya que en la primera temporada había episodios que te dejaban con un cliffhanger (algo que acaba en suspense para un personaje sin dejarte conocer la conclusión). Ya en la segunda temporada dejé de ver la serie para acumular capítulos que ver uno detrás de otro, aunque fuese tan solo uno por día.
Con la tercera temporada he decidido dar un paso más, esperar el final de la temporada para ir viéndola del tirón (o casi). Sabiendo que está cada vez más presente el riesgo de comerme un spoiler.
Pero prefiero esto a quedarme aburrido viendo un episodio por semana. Me di cuenta que al ver varios seguidos, estaba mucho más enganchado, y evitaba así descolgarme de la serie y dejarla abandonada durante semanas o meses antes de acabarla. Con el riesgo de olvidarme lo ocurrido en los capítulos previos.
Y es ahí dónde me di cuenta que esa manera de ver, estaba influenciada por Netflix. Además, cada vez consumo menos series de los canales tradicionales de Estados Unidos (ABC, CBS, FOX, NBC y The CW), no tanto de los de pago como HBO o AMC (y eso que Better Call Saul está disponible en la plataforma de streaming).
Tengo abandonadas las series de dramas, de las que existen una variedad increíble (y de calidad) en Netflix, pero no las comedias. Sobre todo las familiares de ABC como son Black-ish, The Goldbergs o American Housewife entre otras. Pero son más las series que dejo de ver, de las que empiezo de nuevo.
De hecho el año pasado ni me acordé ver cuáles serían las novedades para septiembre, algo que solía hacer cada año en abril-mayo, mirando los primeros tráilers de series. Tengo una larga lista de pilotos descargados que esperan pacientemente a ser vistos y que probablemente nunca tocaré.
Por si fuera poco, hasta preferí esperar a que la temporada de Titans, la primera serie para la nueva plataforma de DC (exclusiva en América del Norte), esté disponible en Netflix en vez de descargar cada capítulo, semana tras semana. He caído en la facilidad de tan solo tener que abrir la aplicación, o la web, para poder ver mis series y películas que tengo pendientes.
El mayor problema de todo esto, es que el portal tiene una cadencia frenética imposible de seguir. Cada semana se estrenan nuevas series y películas, con lo que estoy acumulando un retraso de series que quiero ver cada vez mayor. Habré visto la tercera temporada de Daredevil meses después de su estreno, cuando las anteriores las había visto al momento.
Menos mal que Amazon y su Prime Video no tiene un contenido tan grande, ni tan interesante (son pocas las series propias de calidad que me interesan), o que HBO no esté disponible en el mundo entero. Lo que está seguro, es que uno no se puede quejar de no tener contenido para elegir qué ver después de acabar una serie.
Lo que está seguro, es que poco a poco se va a acabar eso de esperar una semana para ver el siguiente capítulo. Será casi mejor esperar meses, hasta que toda la temporada esté disponible en una u otra plataforma. Estés dónde estés.