Nuevo destino y seguimos por tierras europeas aunque esta vez nos vamos hacia el Este con Plovdiv, en Bulgaria. Aunque a diferencia de la anterior entrada (Bergen en Noruega), sí que he estado en la capital del país, pero prefiero empezar por un viaje relámpago que hice a la que ha sido escogida por la Unión Europea como capital cultural para este 2019. Siendo esta una de las razones por la que aparece en el puesto 48 de las recomendaciones de viajes del diario americano The New York Times.
La verdad es que no era un viaje que tenía planificado cuando llegué a Sofia, pero cuando me di cuenta que me iba a sobrar un día (la ventaja de ir solo es que uno va al ritmo que quiere, y en mi caso camino rápido), y vi en el hotel unos panfletos de viajes de un día. Uno de ellos era justamente para Plovdiv, y el otro que me interesaba era una visita a varios monasterios (entre otros el de Rila). Mi elección fue bastante fácil, y la reserva me la realizó, en el momento, la recepcionista de mi hotel. El viaje, de un día con guía en inglés y traslado, costó 30 euros (o 60 levs), más un euro (precio estudiante) la entrada al teatro romano. Es opcional pero vale la pena verlo desde dentro.
Para los que están interesados en el recorrido (la hice con la empresa Traventuria), es (o era) el siguiente:
- 09:00 Punto de encuentro y salida desde la Catedral Alexandar Nevski
- 11:00 Llegada aproximada a la Vieja Ciudad de Plovdiv
- 13:30 Tiempo libre para comer y hacer shopping
- 15:00 Vuelta a Sofia
- 17:00 Llegada aproximada
Lo bueno de este viaje es que eramos en total unas 6 personas, guía/conductor incluido, así que todo era mucho más tranquilo y con buen ambiente. Descubrí una ciudad encantadora e impresionante, además de conocer en profundidad su historia, y otros detalles sobre Bulgaria. Si uno puede, siempre es interesante visitar ciudades con un guía (sea pagando o las opciones gratuitas) o hacer escapadas de este estilo, a lugares cercanos.
Basta ya de cháchara y hablemos de Plovdiv, una de las ciudades más antiguas de Europa y que conserva mucho patrimonio histórico, desde la época de los romanos; aunque su historia remonta mucho más allá, hasta más de 6000 años antes. Eso es sobre todo el caso de la vieja ciudad y su casco histórico que se visita en unas horas.
Lo primero que se va a ver mientras uno sube hasta el casco viejo, serán unas casas coloridas que sobresalen a la calle y que son así porque antiguamente, y según el guía, era la manera de enterarse de las noticias al escuchar lo que decían los viajeros. Vamos, era un Radio Patio a lo antiguo y mucho más sutil. También era una manera de saber cuándo estaba llegando alguien para venderle productos locales. Sumado a eso el uso de colores llamativos y variados, dan ya una buena bienvenida al casco viejo.
Aunque la primera parada en mi caso fue en una pequeña destilería con una degustación de alcoholes fuertes, entre otros con base de rosas (siendo Bulgaria uno de los mayores productores mundial). No está mal empezar el día con licores de todos los sabores.
La entrada se hace a través de una pequeña muralla que está rodeada de casas del mismo tipo que se puede ver en la foto anterior y nos deja con esas vistas de abajo, en el que había muchos turistas (y curiosamente gran parte de habla hispana).
Si uno va hacia el lado en el que saqué la foto, se llega hasta una parte alta de la ciudad que tiene unas vistas increíbles de Plovdiv y sus siete colinas, ya que la ciudad se construyó entre estas colinas y es por ello que se conoce a Plovdiv como «la ciudad de las siete colinas». De hecho, si buscas la bandera verás que están representadas en ella.
Pero si en este 2019, la ciudad ha sido escogida como capital cultural europea es por su variedad de infraestructuras antiguas. Como ya habrán visto como imagen de portada, está el antiguo teatro romano, pero además varias ruinas aún presentes, de ahí la importancia de un guía para que te explique la historia de la ciudad (y de una buena memoria para no olvidarte de todo un año después). O ya en la ciudad misma el antiguo estadio romano que está medio tapado por edificaciones nuevas aunque se puede ver una parte, que se encuentra al lado de la Mezquita Dzhumaya.
La ciudad en sí también tiene lugares interesantes por ver, aunque no me dio mucho tiempo por recorrer, me paseé un rato por un parque que hay al final de la calle principal que conecta con el antiguo estadio romano.
Una increíble mezcla cultural interesante y bastante cerca de Sofia que merece la pena conocer, más aún este año que estará lleno de fiestas y actividades culturales. Para los que están interesados en saber qué tipos de eventos hay programados, les aconsejo visitar la web dedicada a la ciudad (está en inglés). También hay una variedad de museos que se pueden visitar en Plovdiv. Una actividad que no me era posible realizar, al no disponer de suficiente tiempo.
Por desgracia no me acuerdo de toda la información que nos había comentado el guía sobre la ciudad (ya hace casi un año de mi viaje), pero si guardo buenos recuerdos de este viaje y de la ciudad. Es una parada obligatoria para los amantes de la historia y la cultura (sobre todo arquitectural) si tienen pensado viajar a Sofia. Ya os dejo con una galería de fotos de Plovdiv que saqué de mi viaje y que espero os dé la gana de conocer en persona. Tampoco hice muchas fotos (tanto con la cámara como con el móvil), si no más bien a algunos monumentos en concreto, pero sí que hay mucho más por ver de lo que deja pensar la galería de abajo.
Cualquier duda, o si quieres ver más imágenes de algún que otro monumento, no dudes en dejar un comentario. Espero que te haya gustado lo que has visto y añadas Plovdiv a la lista de lugares que visitar.