10 años, 21 películas, y más de 48 horas para ver todo el MCU, todo esto para llevarnos hasta este momento. Hasta Avengers: Endgame. Infinity War parecía el aperitivo, uno muy bueno, pero el punto y final a la trama principal, el de las piedras infinitas y Thanos, estaba destinado en ocurrir con Endgame.
Quizás sea la culpa por la que no disfruté tanto, o mejor dicho no sufrí, con el chasquido de Thanos. Estaba convencido de que los que sobrevivieron al chasquido, iban a encontrar una fórmula para traer a la mitad del universo de vuelta. Si no, ¿qué sentido tendría ésta película?
Intenté al máximo evitar leer demasiado, evitar las entrevistas a Ruffalo o Holland entre otras cosas, sobre Avengers: Endgame ya que quería descubrir el desenlace por mi propia persona. Sabía (o me imaginaba) que Los Vengadores «originales» (los de la primera película), más los que han sobrevivido y Danvers, iban a quitarle a Thanos las piedras del infinito sea como sea y todo el mundo volvería, se pelearían con Thanos y quizás habrá algún que otro muerto. Esta vez de manera definitiva.
Pero claro, esa idea preconcebida mía no podía rellenar tres horas y creo que eso es lo mejor, ir sin saber realmente con lo que te vas a encontrar. Aunque está más que claro que esa no es la película con la que empezar el universo Marvel. Endgame es realmente para los fans, con muchos guiños y referencias de películas anteriores e incluso a los propios cómics.
Sin desvelar mucho la trama, contando únicamente lo visto en los tráilers emitidos, nos encontramos con los supervivientes a la masacre de Thanos, desolados. Por una parte tenemos a Tony Stark errando por el espacio, mientras que en la Tierra, Capitán América y el resto intentan localizar Thanos y/o las piedras del Infinito. El resto de la historia, os la dejo descubrir en el cine.
Lo que sí os puedo decir es que ésta vez, no tenía el mismo efecto que con Infinity War, ya que aún desconocemos que habrá para la Fase 4 – salvo una película sobre la Viuda Negra, la tercera entrega de los Guardianes y otra sobre los Eternals ya confirmados – y como lo deja muy implícito el título de la cuarta película de los Vengadores; estamos ante el final de una etapa.
En poco más de tres horas, tenemos un buen homenaje a más de 10 años de trabajo por parte de Marvel, y sobre todo Kevin Feige, en el que se termina un ciclo que hará caer más de una lágrima a lo largo de la película. Si Infinity War estaba mucho más centrado en la acción y la reunión de un gran grupo de héroes, Endgame se atreve a tocar la fibra emocional, mostrando incluso el lado humano de algunos de nuestros queridos superhéroes.
Está claro que con tantos personajes, es imposible tener a todos «contentos» y no creo que haya sido casualidad que de los supervivientes, estén todos los miembros originales de los Vengadores (los de la primera película). Permitiendo mostrar cierta evolución de esos personajes. Pero al mismo tiempo la integración de nuevos miembros que se han sumado a lo largo de las películas.
Los hermanos Russo han logrado sintetizar en tres horas, todas esas aventuras que hemos vivido con nuestros héroes favoritos y ponerle un punto final a ese hilo narrativo que eran las piedras del Infinito y ese gran villano que ha sido Thanos. Con, a mi gusto, el mejor desenlace final posible o imaginable. Dejando abierto muchas posibilidades para el futuro del Universo Marvel.
Ahora queda estar pacientes para conocer lo que seguirá y lo que tiene preparado Kevin Feige, sobre todo con una apertura a historias más allá de la Tierra gracias en parte a los Guardianes de la Galaxia y Captain Marvel.