J.A. Bayona es un director que llevo tiempo siguiendo, pero de lejos. Ya en 2007 cuando había sacado El Orfanato me parecía un director prometedor, pero aún así, no había visto ninguna de sus películas. Tan solo me había basado en lo visto a través de los trailers de El Orfanato y Lo imposible. Pero, hace menos de un mes, me puse a ver su primera obra y me di cuenta que no me había equivocado sobre él. Una de las razones por las que quise ver Penny Dreadful era porque los dos primeros capítulos de la serie estaban realizados por el director catalán. Cuando se estrenó Un monstruo viene a verme me sentí obligado a ir a ver su película el mismo día del estreno, y eso que no sabía casi nada de la película, tan poco que ni me había dado cuenta de que Sigourney Weaver estaba en el reparto hasta que su nombre apareciera en la pantalla. No sé si ese aislamiento de la película al que no estoy acostumbrado, ya que en general soy de los que se ponen a ver los trailers nada más subidos a Internet y hacerme una idea del resultado, es lo que me permitió deleitar más durante una hora y media. Al no saber qué me esperaba, estaba totalmente centrado en la película y no comparando si se parecía o no a lo que había visto de antemano. Sin por lo tanto tener una expectativas muy bajas, aunque es cierto que tuve una confianza ciega en J.A. Bayona y ese no me defraudó.
Un monstruo viene a verme es una película que de cierto modo me recordó a El Orfanato. Si se le quitara el aspecto de miedo/terror de la primera, el resto de temáticas están presentes: relación madre/hijo, las emociones y la imaginación. Una fórmula que a pesar de haberla usada ya, sigue funcionando, y casi parece haber mejorado lo que nos dio en El Orfanato. Aunque para mi, la gran diferencia reside en el hecho de que Un monstruo viene a verme me hizo recordar a una película Disney de mi infancia pero con un tono mucho más sombrío y para adultos. Sin querer entrar demasiado en detalle sobre ello, para evitar de spoilear el más mínimo detalle, ese aspecto es el que me hizo entrar de lleno en la película, aparte de la relación entre el niño y el monstruo, es esa capacidad para contarnos una historia que mezcle realidad y «ficción» al puro estilo de un cuento de hadas. Si no fuera por la calidad impecable de los efectos especiales, las historias no hubieran tenido tanto impacto. Incluso con el peso narrativo que tienen. Un desenlace que no era de esperar pero que tiene mucha lógica.
En cuanto a la trama narrativa, sigue la línea de El Orfanato en el sentido en que J.A. Bayona pondrá al límite las emociones del espectador por la historia que cuenta y esa relación que existe entre un hijo y su madre, aunque en este caso nos centramos más en el niño y su visión sobre una situación tan complicada por la edad que tiene. Durante buena parte de la película nos preguntaremos hacia dónde quiere ir pero una vez que llegamos a los últimos minutos, todo será mucho más claro y de cierta manera nos permite hacernos nuestra propia conclusión sin dejar de lado el mensaje importante de la historia. Si Un monstruo viene a verme es una película que vale la pena ver es porque es capaz de transmitir las emociones del pequeño Conor, y es imposible quedarse indiferente a su «aventura». Además de lo comentado anteriormente sobre los efectos especiales y esas historias sacadas de un libro de cuentos que se están moviendo delante de nuestros ojos. Será interesante ver qué nos prepara J.A. Bayona para la secuela de Jurassic World, porque ya no le hace falta demostrar que talento tiene, y mucho.