Los últimos datos del “Anuario de Estadísticas Culturales 2015” permiten ver el cambio que ha sufrido la industria cinematográfica estos últimos años. En 2013 el Gobierno decidió aumentar el IVA cultural hasta el 21 %, que no caló muy bien en las distintas industrias afectadas (cine y teatro entre otros). Mucho denunciaban que iba a fomentar una sangría mayor y que los espectadores iban a dejar de ver películas en el cine. Es cierto que si uno mira los datos que tiene ante si, pues la debacle fue grande en 2013. El problema es que tan solo hay cifras hasta 2010, pero si miramos desde hace 10 años, se podrá apreciar que la asistencia a salas de cine ha ido bajando incluso antes del inicio de la crisis, y tan solo entre 2008 y 2009 hubo un aumento. Es verdad que 2013 es el peor de todos los años, con tan solo 78,7 millones de espectadores en España. Entre 2006 y 2013 se perdieron algo más de 40 millones de espectadores. Una cifras bastante alarmantes pero sí hay esperanza. En 2014, el número de espectadores fue de 88 millones. En tan solo un año se recuperó 10 millones de entradas, es más, las cifras del cine español son las mejores de la historia. A pesar de tener aplicada el IVA “aumentado”. Esas cifras tienen 2 culpables principales: Ocho Apellidos Vascos y la Fiesta del Cine, con entradas a 2,90€. La comedia de Emilio Martínez- Lázaro ha logrado ser la película española más vista, hasta el momento, en los cines con más de 6,5 millones de espectadores y con una recaudación que ronda los 55 millones de euros. Casi un cuarto de los espectadores que fueron a ver producciones nacionales, vieron Ocho Apellidos Vascos. Pero el panorama fue incluso mejor, ya que 3 otras lograron obtener más de un millón de espectadores: El niño, Torrente V y La isla mínima.
La otra razón de ese aumento de espectadores en salas de cine, es La Fiesta del Cine que se celebra 2 veces al año con entradas a 2,90€ durante 3 días. En 2014, la sexta y séptima edición de esta fiesta, hizo que algo más de 4 millones de personas fueran a ver una película. La edición de octubre por sí sola llenó las salas con 2 millones de espectadores, con recaudaciones mejores que las del fin de semana anterior, que es cuando las películas suelen hacer caja. La Fiesta del Cine ha logrado que los medios de comunicación vuelvan a sacar imágenes de colas interminables en las salas de cine. No cabe duda que este evento semestral está dando un alivio a una industria que ha visto mermar sus ganancias, y que quizás los precios que hay actualmente son un lujo para muchas familias. Pasar de gastar algo más de 50 o 60 euros para cuatros personas con palomitas incluidas (las entradas pueden llegar a costar más de 10 euros los fines de semana), a 15 euros existe una gran diferencia.
Por último, uno de los aspectos más importantes que quizás no habría que obviar es la oferta que hay. El mejor ejemplo sería la última obra de J.A. Bayona Un monstruo viene a verme que está arrasando en los cines. Siempre y cuando la industria es capaz de entregar al público un entretenimiento que valga la pena ver, las salas de cine volverán a llenarse. No es casualidad que La Fiesta del Cine no pare de aumentar sus cifras de espectadores. Tampoco uno puede esperar que cada año haya un Ocho apellidos vascos o Un monstruo viene a verme para salvar la industria nacional, pero sí se debería de cuidar dicha industria si queremos que el nivel esté a la altura para mantener esas cifras esperanzadoras.