Esta semana seguimos los pasos de Daenerys y su conquista de Meereen, en la que vemos a un Grey Worm aprendiendo el inglés gracias a Missandei, y un poco más que eso, pero también la decisión que tomó la madre de los dragones acerca de los ciudadanos de la ciudad. Como siempre no falta la aparición de la casa de los Leones, con el protagonismo enfocado hacia Jaime que ya no sabe que bando defender (su hermana o su hermano), y la misión que confía a Brienne. Por último, vemos las últimas noticias de la familia Stark (descanso esta semana para Arya), sea a través de Sansa que nos permite aprender un poco más sobre la boda púrpura pero sobre todo ver las cosas avanzar en el norte para Jon Snow y Bran. Sin olvidarse de esos últimos minutos, como viene siendo tradición esta temporada, que nos dejan otra vez en aliento al asestarnos un golpe en la cara y dejarnos boquiabiertos y con ganas a que llega el próximo capítulo.
Daenerys Targaryen
Esta semana, Daenerys tuvo el honor de empezar el capítulo y pudimos por lo tanto ver cómo hizo para liberar a los esclavos de Meereen. Aunque lo principal que hay que destacar con el clan Targaryen, es el momento de aprendizaje de inglés por parte de Grey Worm con su profesora Missandei, y ese pequeño roce que hubo entre ambos, aprendiendo de paso el pasado de ambos protagonistas. Y el otro momento clave que destacar es cuando Sir Barristan aconseja a Daenerys tener piedad de los maestros de Meereen a lo cual ella le responde que contra la injusticia solo se le puede contestar con justicia y decide por lo tanto hacer lo mismo que le hicieron a esas niñas que vimos crucificadas en el camino hacia la ciudad. Daenerys está mostrando poca piedad hacia sus enemigos y se está transformando poco a poco en un Joffrey bis, augurando malas cosas en el futuro, sea para ella o para los que se crucen en su camino. Mención aparte para el equipo encargado de crear la ciudad de Meereen, que es una maravilla llena de detalles que dan ganas de que existiera de verdad para poder visitarla.
Familia Tyrell
Desde el inicio de la temporada la familia Tyrell estuvo bastante presente pero sin por lo tanto tener momentos muy destacados, ya que el verdadero protagonista de la boda ha sido Joffrey, pero esta semana las cosas cambian y nos desvela detalles de lo que están tramando los Tyrell, y sobre todo la abuela. Primero está la implicación que tuvo en el envenenamiento de Joffrey, que estuvo organizada con Petyr Baelish (hablaré más en detalle de ello más abajo) y por qué lo hizo. Pero además de ello, le implicó a su nieta Margaery que es lo que tenía que hacer con Tommen, adelantándose a Cersei para asegurarse el casamiento con el segundo hijo Lannister. Porque la meta sigue siendo la misma, lograr que un Tyrell obtenga la corona. Para ello, Margaery se infiltró en la habitación del pequeño Tommen de noche para ganar sus favores, cosa que logró hacerlo. Aunque tampoco iba a ser complicado visto la temprana edad del niño. Por fin vemos la verdadera naturaleza de la familia Tyrell, mostrando bien claramente sus intenciones, aliándose incluso con Baelish para deshacerse de las trabas. A pesar de que se venía ver desde lejos, siempre es bueno oir a los personajes admitir sus intenciones para permitir avanzar rápidamente a la próxima etapa de sus intenciones. Sobre todo que esta vez, el futuro rey es mucho más domable que su antecesor (como ya lo pudimos ver la semana pasada con Tywin).
Familia Lannister
Esta vez, el gran protagonista de la familia Lannister es Jaime, que vimos presente en varios momentos del capítulo. Su relación con su hermana parece estar en el mismo punto que siempre, a pesar de lo ocurrido la semana pasada, y sigue habiendo está relación de odio/amor entre ellos. Aunque parece que su corazón se está deslizando poco a poco del lado de su hermano, ya que al contrario de su hermana, está seguro de que no es él quién mató a su hijo. También gracias a él pudimos ver que Bronn está por fin libre y sigue ayudándole en su entrenamiento, y haciéndole entender que debe visitar a su hermano. Un hermano que parece cada vez más serio, y que ve como sus posibilidades de salvarse se están esfumando a cada minuto que pasa. Pero el momento que destacar ha sido su conversación con Brienne y los distintos regalos que le ha hecho, entre otros la espada Valyriana. Por culpa de su nombre, sabe bien que le es imposible ir en busca de Sansa para salvarla de su hermana, y por lo tanto le encarga ese trabajo a Brienne. De paso, le hecha una mano a su hermano «dando» Podrick a Brienne para asistirla. Antes de irse, Jaime le pregunta que nombre le dio a su espada y esa le contestó con Cumple-promesas (Oathkeeper). Esperemos que no sea la última vez que vemos a Brienne y Podrick ya que ambos personajes son bastante interesantes.
Familia Stark
La semana pasada vimos quién estaba detrás del rescate de Sansa, y esta semana por fin sabemos porque Petyr lo hizo y a dónde la lleva. Estaba seguro que era por atraerse los favores de Sansa, pero al parecer Baelish se comprometió con su tía y por lo tanto esa no era la razón. Como bien destacó Sansa, Baelish era el menos indicado (y por ello estaba arriba de mi lista de sospechosos) para matar a Joffrey. Pero con el tiempo, más de uno se habrá dado cuenta que en Game of Thrones las alianzas se hacen y se deshacen en un abrir y cerrar de ojos. Es cierto que los Lannister trataron más que bien a Baelish pero la ambición de ese le trajo a aliarse con los Tyrell para eliminar a Joffrey y así ganarse los favores de dicha familia. Con Arya y Sandor Clegane de camino hacia Eyrie, todo apunta a un reencuentro entre las hermanas ya que ese es también el destino de Sansa.
Hablando de posibles reencuentros, en los próximos capítulos es probable que volvamos a ver a Bran y Jon juntos ya que el hermano pequeño ha sido capturado por los rebeldes de los Night’s Watch. Aunque han sido pocos minutos que estuvimos con Bran, pudimos apreciar como cada vez le es más fácil tomar posesión de su lobo, y ha mejorado mucho desde la pasada temporada. Las cosas no pintan bien para él, tampoco para el pobre Hodor que es torturado y para Jojen que sigue teniendo convulsiones.
Night’s Watch y más allá del muro
En cuanto a los hombres de negro, Jon está demostrando sus dotes de líder y el aprecio que le tienen sus compañeros, y el desprecio cada vez creciente de Alliser Thorne hacia su persona. Si no fuese suficiente con tener un enemigo (aunque el pobre Jon no lo sospecha, ya que «Jon Snow no sabe nada»), aparece una cara conocida para el público Locke (un hombre de Roose Bolton, el que cambió de bando pasando de los Stark a los Lannister) que se unió a la Guardia para encontrar (y matar) a los dos herederos Stark aún vivos. Como no, ese hace todo lo posible para quedar bien con Jon y así espiarle y averiguar dónde están Bran y Rickon. Para ello, a la hora de asistir voluntariamente a Jon en asesinar a todos los desertores, se levanta a pesar de no haber jurado aún lealtad a los hombres de guardia. Doble problema para Jon por lo tanto que tendrá que vigilar su espalda pero también la de su hermano si quiere evitar que les pase cualquier cosa a ambos. Todo apunta a que la próxima vez que veamos a ambos hermanos sea un cara a cara.
Por último, y como viene siendo tradición esta temporada en Game of Thrones, los últimos instantes del capítulo han sido de lo mejor que nos entregó esta semana (aunque en general el capítulo era bueno, haciendo avanzar las historias a un buen ritmo). Por fin vimos por qué los White Walkers se llevaban a los bebés varones de Craster. Y vaya manera de acabar el capítulo, viendo al bebé recién recogido que con un simple toque de uña le cambia los ojos a un azul marino igual que los caminantes. Ya al final de la temporada pasada vimos como los White Walkers se preparaban para la batalla, dejando a Sam como testigo de ello, poco más se supo de ellos en esta cuarta temporada hasta ahora. Sin saberlo, Craster le entregó un número incalculable de soldados a estos monstruos, resolviendo un gran misterio acerca de lo que les pasaba a esos recién nacidos. Las cosas van escalando poco a poco y ahora queda por saber cuando todo va a estallar, porque parece casi imposible que todos los grandes acontecimientos ocurran durante el Season Finale (último capítulo de la temporada).