Después del capítulo de la semana bastante explosivo, era de esperar que el segundo capítulo de la temporada fuese un poco más tranquilo y más centrado en las relaciones. Algo bastante presente en la serie, y que es una parte central incluso, al igual que los walkers. Pero aquello no quiere decir que esta semana no tuvimos sorpresas, especialmente al final, y una de ellas igual de chocante que la semana pasada. Pero antes volvamos al principio, y el encuentro con el Padre Gabriel. Ahora que escaparon de Terminus, el grupo está obligado a volver a vivir cómo nómadas, aunque la gran diferencia con las primeras temporadas es que son todos, o casi todos, unos «profesionales». O para citar a Ford, son unos supervivientes. Todos han cambiado, y mucho, desde que los conocimos, y aquello se nota ahora; pero lo más importante es que por fin han logrado ser un grupo unido. A pesar de los trapos sucios que tienen varios miembros del grupo, como Carol o Bob por ejemplo. Lo que no cambió, es la desconfianza total que tienen hacia los demás humanos que no conocen, y es lógico después de lo ocurrido al final de la pasada temporada. Por lo tanto, no sorprenderá a nadie el tratamiento que le hizo Rick al Padre Gabriel. Uno podría imaginarse que no haría falta desconfiar de un cura, pero el problema es que todo ha cambiado desde la aparición de los walkers, y todos tienen trapos sucios, el Padre Gabriel no es una excepción y se vio durante el capítulo que esconde algo. Sobre todo parece complicado imaginarse alguien que no haya matado nunca, sea un humano o un walker, y sigue vivo después de tanto tiempo, solo. Aprenderemos más sobre él en los siguientes capítulos y sobre cuál ha sido su «pecado».
Otro de los momentos destacados de la semana, es la cohesión que existe en el grupo, y principalmente en la figura de su líder: Rick. Antes de entrar en la Iglesia, todos le hicieron comprender a Ford (que sigue empeñado en ir a Washington para salvar la humanidad) que irán dónde Rick irá. Por lo tanto, la única solución que tenía Ford era de convencer al líder, cosa que logró y que promete por lo tanto más viajes. Pero, a pesar de esa cohesión que existe en el grupo, sigue habiendo problemas personales. Aunque Tyreese, y el resto del grupo, parece haberle perdonado a Carol lo que hizo, ella sigue pensando que debería abandonar el grupo. Y si no fuera por Daryl, lo habría logrado. Además, cuando Daryl la paró a tiempo, se encontraron con el mismo coche que secuestró a Beth. Por fin esa historia se va desarrollar, ya que llevamos mucho tiempo sin oír hablar de la pobre Beth. El otro miembro con remordimientos es Bob, aunque no estoy seguro del por qué estuvo afuera llorando. Pensé que durante la redada que hicieron en la ciudad, le había mordido el walker «submarino» pero de momento no hay indicios de ello.
Pero de quién sí hay indicios, es Gareth y su banda (reducida). Y otra vez, la serie ha ido un paso más dentro del gore y nos mostró como él y sus compañeros estaban saboreando la pierna del pobre Bob. Este último momento es quizás el más interesante del capítulo, no solo porque demuestra que Gareth sigue vivo, además del hombre que supuestamente había matado Tyreese, pero que su locura y su sed de venganza va más allá de la del Gobernador. Sobre todo por el tema del canibalismo y mientras hablaba a Bob, comía enfrente de él su propia pierna.
Aunque el capítulo ha sido mucho más tranquilo que el de la semana anterior, tuvo sus momentos interesantes, sobre todo los últimos cinco minutos. Pero uno de los aspectos que también habría que retener para el resto de la temporada, es la buena organización que existe ahora en el grupo. Por lo tanto, la separación de Daryl y Carol, además del secuestro de Bob les pondrá a prueba para ver si son capaces de deshacerse de todo los problemas. Sobre todo que cada uno de ellos es capaz de apañárselas por si solo, con la excepción de Eugene, Judith y el Padre Gabriel. Esta temporada parece romper con la monotonía que existía cuando estaban en la cárcel, y es mejor así; porque me parece que es cuando la serie está a su mejor nivel. Aún queda por descubrir quién hizo las marcas en los árboles, y cuando volveremos a ver a Morgan (el hombre que apareció al final de la semana pasada).
Extras:
- Michonne sin katana, no es Michonne. Ojalá encuentre alguna espada o algo parecido pronto.
- Daryl + ardillas = WINNING (como diría Charlie Sheen). Hacia mucho tiempo que no veíamos a Daryl cazar ardillas, y me gustó su reacción con le apuntaron las armas.
- El nivel de audiencia de la serie sigue siendo alucinante, por emitirse en un canal de cable, y 15.1 millones de personas estuvieron delante de su televisión para ver a Rick y compañía. Con esas cifras, dudo que The Walking Dead desaparezca pronto.