Aquí está la lista de videojuegos que más me han gustado este año y que se han estrenado en el 2018. Nunca acabé tantos juegos, aunque la gran mayoría son juegos antiguos, que no había tenido la oportunidad siquiera de empezar. Eso se debe a que la mayor parte del año he estado en Galicia con tan solo mi antigua GameCube y la Super Nintendo Mini.
Si hubiera hecho un top basándome únicamente en los juegos acabados este año, sin importar su fecha de estreno, mi lista sería bastante diferente con juegos como Final Fantasy VI (por fin me lo pasé y me encantó), Baten Kaitos (misma cosa) o Metroid Prime acaparando mis juegos favoritos del 2018.
No voy a hablar mucho sobre la última aventura de Lara Croft, al haber publicado hace poco un análisis del juego que os recomiendo leer. Se cierra una trilogía que en líneas generales fue muy interesante y prometedora. Con un último episodio un poco por debajo del nivel de las anteriores.
El cambio de equipo ha podido afectar en el producto final, pero ciertas decisiones escogidas son prometedoras. Ese es el caso de un mayor número de tumbas a descubrir, con sus respectivos rompecabezas a resolver. Por otro lado, espero que se vuelva a mejorar el balance de la acción y las peleas con enemigos (humanos). No me ha acabado de convencer ese aspecto sigilo de Shadow of the Tomb Raider.
4. Spider-Man
En vez de comprármelo como la mayoría de la gente en septiembre, esperé hasta que estuviera rebajado durante el Black Friday para probarlo y no me defraudó. Mi relación con el hombre araña nunca ha sido muy buena, sea cual sea el formato. Razón por la que no salté directamente sobre el juego.
Aún así, sería imposible reconocer que lo pasé de maravilla balanceándome a través de Nueva York con el alter ego de Peter Parker. La cantidad de contenido secundario disponible es casi abrumador, y es el culpable principal que no me dejaba avanzar en la trama.
Tiene una historia bastante interesante, que reúne a muchos de los enemigos icónicos de Spider-Man con los que se tiene que enfrentar. No obstante, me ha costado un poco adaptarme al sistema de combate, y eso que he jugado a los Batman Arkham. Tenía la sensación de que había demasiados movimientos y posibilidades que al final parecía usar siempre la misma táctica: pegar y lanzar al aire el enemigo, saltar y darle una paliza.
3. Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido
Más de 100 horas de juego para llegar hasta el verdadero final, y una gozada de aventura de principio a fin. No sería un mal resumen de Dragon Quest XI, el primer episodio en HD para la PS4 (y PC). No se cambia la fórmula de la serie, pero es una maravilla explorar el mundo de Erdrea.
Me sigue pareciendo increíble como Yuji Horii es capaz de crear un juego que tenga una trama principal que pase fácilmente las 70 horas de juego y sin que te acabes aburriendo. Más aún cuando piensas haber acabado el juego, resulta que aún hay más para descubrir el verdadero happy ending.
El grupo de protagonistas, bastante numeroso, es muy variopinto y cuesta escoger un núcleo principal de cuatro jugadores (o mejor dicho Jade y tres más) durante las peleas. Una de las novedades que más me ha gustado es el hecho de poder justamente cambiar de personajes en pleno combate y te abre más posibilidades de estrategia. Algo que se nota sobre todo contra los jefes que da igual tu nivel, no te harán la vida fácil.
Siendo un fan incondicional de la otra saga de Square Enix, Final Fantasy, debo reconocer que Dragon Quest XI me ha parecido mucho más interesante que Final Fantasy XV. Demostrando además que aún es posible hacer juegos individuales de gran calidad y con un sistema de combate tradicional en un JRPG.
2. Horizon Zero Dawn: The Frozen Wilds
Horizon Zero Dawn fue sin duda una de mis mejores experiencias del año pasado, así que no dudé ni un segundo en comprarme la extensión del juego para poder alargar la aventura con Aloy. Una extensión de unas 15 horas, en un decorado nevado, en pleno territorio Banuk, con una nueva amenaza peligrosa. La fórmula sigue siendo la misma que el juego, y esa expansión está a la altura de la aventura completa. Se añadieron algunos monstruos nuevos, armas nuevas, atuendos nuevos.
La expansión cumple su tarea de poder disfrutar más tiempo en ese universo, sin arriesgarse en cambiar la fórmula, y nos deja deseosos de ver más contenido de calidad para Horizon Zero Dawn. Sea un nuevo juego, o otro DLC más que nos permite explorar otra parte de este mundo increíble del equipo de Guerrilla Games.
1. God of War
Mi juego favorito del año es nada más y nada menos que la última aventura épica de Kratos y su hijo Atreus. Cuando la saga parecía abocada al abismo, vuelve Cory Barlog al rescate de Santa Monica Studio y se reinventa lo que es un God of War sin perder su esencia.
Las aventuras de Kratos son una gozada, pero más allá de descargar la frustración en una sucesión de enemigos no ofrecía mucho más. Los dioses griegos estaban muertos y enterados, así que había que irse a otro reino: el nórdico.
El simple hecho de añadir otro protagonista en la historia, aunque no lo podamos controlar, ya permite cambiar la perspectiva de la serie. Es cierto que seguimos machacando enemigos, aunque ahora tenemos un compinche que nos puede echar una mano.
La verdad es que lo mejor de God of War no es su sistema de combate, si no su historia. Nos embarcamos en una aventura entre un padre y un hijo, en el que vamos viendo, lentamente, la evolución de la relación entre Kratos y Atreus. Algo que le cuesta mucho entender a Kratos, que no es capaz de emplear la palabra «hijo», y siempre llama a Atreus con «boy«.
Si a todo esto le añadimos un mundo semiabierto impresionante, la de veces que me habré parado en admirar el paisaje, pues tenemos el juego del año. Jamás hubiera pensado que fuera posible reinventar la fórmula God of War sin perder lo que hace la serie lo que es, pero ese ha sido un reto superado por el estudio Santa Monica. Esperemos que no habrá que esperar a la PlayStation 5 para poder disfrutar de la próxima aventura de Kratos y Atreus, y que sean capaces de superar el listón (muy alto) que se han puesto.